En un contexto de cambio permanente y diversidad de intereses y deseos, ¿cómo saber qué productos, ingredientes o sabores querrán los consumidores en el futuro? Estas siete tendencias permiten traer el mañana al presente para empezar hoy a desarrollar los sabores que elegirán los consumidores en los próximos años.
“La clave del éxito en los negocios está en detectar hacia dónde va el mundo y llegar ahí primero”, dijo Bill Gates. ¿Pero cómo saber lo que vendrá? Aunque predecir el futuro es difícil, a partir de la observación y el análisis de ciertos patrones de conductas, de los deseos y las necesidades de los consumidores, es posible trazar un mapa que muestre hacia dónde se encaminan los cambios y hábitos de consumo en los próximos años.
Los gustos y sabores no están exentos a las transformaciones que se avecinan. Un mayor interés por lo natural, por lo autóctono, por lo saludable, llegó para quedarse, junto con otras pautas que marcarán las elecciones de los consumidores.
Givaudan[1] identificó siete tendencias de consumo clave, que incluyen una nueva visión de cómo la salud, la identidad y el disfrute se traducen en experiencias de comer y beber. Se trata de conceptos capaces de guiar las decisiones de innovación de las empresas para convertir las ideas en proyectos concretos en el futuro cercano. Si bien las tendencias actúan como una flecha, señalando la dirección correcta, solo son valiosas si se adaptan, luego, a las particularidades de cada marca y sus consumidores.
- Crafted Identities – A medida que la tecnología, las redes sociales y la globalización amplían su alcance, las personas están dispuestas a desafiar las definiciones tradicionales de identidad y a adoptar expresiones más complejas y fluidas del yo, más allá de cualquier estereotipo. Según el Global Monitor de Kantar Future, el 61% de los consumidores globales considera que, en la actualidad, pueden moldear sus identidades y transformarse de la forma que deseen. Para la industria de alimentos y bebidas, esto se traduce en elecciones impulsadas por causas sociales y por la búsqueda de lo novedoso, de sabores exóticos y de fusión de sabores. La comida se convierte en una experiencia que vale la pena compartir socialmente.
- Layered Wellness – Las personas han asumido un rol proactivo en lo que al cuidado de su salud respecta y muestran un interés creciente por todo aquello que contribuya a su bienestar. En ese sentido, la tecnología se ha vuelto una aliada para controlar la propia salud y para abordar los aspectos mentales, emocionales, sociales y espirituales del bienestar. Bajo este nuevo paradigma, el lema “tu alimento, tu medicina” cobra fuerza y el consumidor demanda alimentos fortificados, con ingredientes agregados que proporcionen beneficios específicos para la salud, sabores naturales, productos frescos, mínimamente procesados, y que reporten algún beneficio emocional.
- Human Connection – A pesar de la penetración de la tecnología y de la dependencia de dispositivos como el teléfono móvil, las personas anhelan una mayor conexión entre la comunidad y el ser humano. El 64% de aquellos que tienen acceso a internet considera que es importante desconectarse del mundo online cada tanto, según los datos de Global Monitor. Para las marcas de alimentos y bebidas, esto implica una creciente demanda de sabores auténticos, de alimentos relacionados con una cultura específica y de productos sostenibles, elaboradores teniendo en cuenta su impacto social y ambiental. Los consumidores prefieren comprar alimentos cultivados o producidos localmente, en su comunidad y los storytellings de las compañías acerca de un manejo más ético y de valores cobran relevancia.
- Tailored Expectations – Una mayor personalización de los productos; eso esperan los consumidores. Sobre todo, en categorías vinculadas con salud y bienestar. Desean marcas que se ajusten a sus necesidades y preferencias, y que puedan adaptar en función de su estado de ánimo, el lugar de consumo o el momento del día. Para las empresas, el desafío es encontrar la manera de producir a escala soluciones de nicho. Esta tendencia se relaciona con altos niveles de diversificación y nichos de alimentos y bebidas, junto con una nutrición personalizada.
- DelightFULL – Con una sensación de incertidumbre global y las presiones de la vida moderna, los consumidores buscan momentos de escape y de disfrute al maximo, ya sea un postre delicioso o una nueva experiencia que permita mitigar el estrés de la vida cotidiana. Quieren algo distinto, que estimule sus sentidos y les brinde una sensación por fuera de lo conocido. Esto se traduce en una demanda de experiencias alimenticias multisensoriales, ingredientes indulgentes y gustos novedosos y exóticos.
- Risk Aware – La cantidad de información contradictoria sobre la salud, la seguridad global y el medio ambiente ha dejado a las personas inseguras respecto a quién confiar. Les preocupa, principalmente, un posible exceso de agregados químicos en los alimentos. Por esta razón, los consumidores anhelan una comunicación transparente y auténtica por parte de las marcas para asegurarse de que están tomando la decisión correcta para ellos y sus familias. Esto está llevando a un mayor interés en alimentos naturales, orgánicos y sostenibles, con bajo contenido en azúcar, sodio y calorías, y con etiquetado transparente.
- Augmented Self – A medida que los consumidores buscan la superación personal y alcanzar su potencial, están cada vez más abiertos a la experimentación: desde antiguos remedios hasta soluciones emergentes de alta tecnología. A largo plazo, las tecnologías de detección y la genómica les darán a las personas la capacidad de medir y comprender qué ingredientes, suplementos y rutinas realmente funcionan para su cuerpo y estilo de vida. Esta tendencia incita a los consumidores a buscar alimentos funcionales y fortificados con beneficios físicos, emocionales y cognitivos, productos “plus: vitaminas, proteínas, fibras, calcio, cafeína, etc…”
[1] Investigación de Kantar Future para Givaudan, 2017.