Las clásicas bebidas funcionales, como el té, adquieren protagonismo de la mano de los botánicos, en un mundo donde los consumidores buscan proteger su salud física y mental.
Los consumidores adoran el té. Descubierto en China hace varios milenios atrás, se fue extendiendo y popularizando en el mundo entero. Desde la tradicional ceremonia japonesa hasta el “time tea” inglés, el té forma parte del acervo cultural de la humanidad. En Latinoamérica, el Tereré, por ejemplo, fue declarado patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco en 2020. Se trata de una infusión muy famosa en Paraguay y el noreste argentino, elaborada con hojas de yerba mate y mucho hielo.
Sus propiedades para ayudarnos a sentirnos mejor, ya sea física, mental o emocionalmente, es lo que hace al té una bebida tan versátil y flexible que acompaña a las personas en distintas ocasiones de consumo: una taza de té caliente nos reconforta un día de frío, y un vaso de té helado nos refresca una tarde de verano.
En la nueva normalidad, las infusiones tipo té encuentran un terreno propicio para innovar y captar la demanda creciente de los consumidores por bebidas funcionales que contribuyan a su salud y bienestar. A sus propiedades intrínsecas, ya famosas por su capacidad curativa durante siglos, ahora se suma el poder de otros ingredientes, como los probióticos, antioxidantes y vitaminas. “Los tés en formato de bebidas listas para consumir, destinados a nichos, serán los grandes emergentes en este segmento de mercado”, adelanta Sebastián Silva, Latam Consumer Insights Manager de Givaudan.
Lo que se viene
El COVID aceleró la tendencia hacia el bienestar en capas. Además de las preocupaciones por la salud física durante este tiempo, la pandemia hizo que los consumidores centraran la atención en la salud mental y emocional. En 2020, algunos de los beneficios funcionales más buscados fueron fortalecer el sistema inmune, relajarse y manejar el estrés, y obtener energía. “Este año, observamos un incremento en el interés de ingredientes funcionales que ayuden al detox y la digestión. Hoy los consumidores tienen un mayor conocimiento sobre la importancia de purificar el organismo como una manera de protección y eso comienza a verse en sus demandas”, agrega Sebastián.
Esto permite pensar en soluciones que aporten múltiples beneficios funcionales a la vez, combinando ingredientes y sabores, tanto tradicionales como exóticos. Y el té infusionado con botánicos aparece como una de las bebidas favoritas. En China, por ejemplo, las nuevas generaciones están reinventando el té y ya es posible ver en el mercado opciones que aportan experiencias novedosas, que reúnen diferentes ingredientes y beneficios. Esta ola no tardará en llegar a estas latitudes. De hecho, ya encontramos en la región locales exclusivos de té y cartas especiales en restaurantes y bares.

A medida que las personas buscan minimizar el riesgo de contagio, protegerse a sí mismos y sus familias, e incrementan el consumo de superalimentos e ingredientes que les brindan múltiples beneficios, las propuestas de té listas para consumir tienen un enorme potencial de crecimiento en los próximos años. Sabores naturales, etiquetas limpias y todo el poder de los botánicos: esa parece ser la fórmula no solo para satisfacer a los consumidores actuales, sino también para llegar a nuevos nichos de mercado.
*Por propiedad funcional se entiende aquella relacionada con el papel metabólico o fisiológico que el nutriente o componente bioactivo tiene en el crecimiento, desarrollo, mantenimiento y otras funciones normales del organismo humano.
**Este documento está destinado a promover ingredientes para los fabricantes de alimentos y bebidas. No tiene como objeto informar a los consumidores finales. Este producto no está destinado a diagnosticar, tratar, curar y/o prevenir enfermedades. La información proporcionada, así como su uso, debe ser verificada conforme a las regulaciones locales correspondientes.